Imaginación,
viaje a la velocidad del deseo,
¡cuántas veces te pintas del recuerdo!
CERCA DE SIERRA MORENA
Cerca de Sierra Morena
mi pueblo es blanco y alegre
como ha de ser de mi tierra
todo pueblo que se precie.
En el centro hay una plaza.
Y en la plaza, las farolas
alumbran las noches todas
al caminante que pasa.
Tiene una iglesia mi pueblo
hecha de miel y canela
donde una Virgen de ensueño
asunta al cielo se eleva.
Y una cárcel que aún recuerdo.
Camino abajo... la escuela.
Escuela cárcel, silencio,
donde los chiquillos tiemblan.
Por mi pueblo pasa un río
que de mi tierra es bandera
y otro pequeño y chiquito
que en mi corazón alienta.
Y junto al río... sus riberas,
soñados senderos verdes
donde mi infancia se pierde
entre los juncos y gredas.
En mi pueblo ves las casas
enjalbegadas por fuera,
enormes copos del alba
donde la nieve no nieva.
Y en sus calles las señoras
de hamacas en las aceras
huelen a jazmín y a rosas,
a azahar y a hierbabuena.
Recuerdos de aquel chiquillo
que en su lejanía tan larga
a su dulce tierra han ido
por los albores del alba.
Oh, tierno cantar que subes
de sus tierras, de sus aguas
y enamorado te hundes
en su alma enamorada.
Profundo canto que embruja
de sus gentes, de sus casas,
y para siempre se anuda
a mi Andalucía del alma.
El mundo en fin de aquel niño
que, por recordar su infancia,
en su entraña ha renacido
con anhelos y esperanzas.
Antonio Capilla, en VIENTO DEL SUR, Huerga y Fierro Editores, Madrid, 2009
La poesía participa de la musicalidad de los sonidos lingüísticos sabiamente combinados y de la significación de las palabras: no hay poesía sin comunicación. El creador escribe para ser leído. Aunque el mensaje poético es bello por definición, el artista no crea su obra para encerrarla bajo siete llaves. Esta es la grandeza, pero también la contingencia del poeta: la obra sin el destinatario es como un bebé al que se deja morir por inanición.
sábado, 6 de agosto de 2016
jueves, 4 de agosto de 2016
POR MATAR UN MOSQUITO
Érase una vez un hombre justo que había declarado la guerra a los cazadores furtivos de elefantes, los cuales se ensañaban con estos nobles animales y les arrancaban sus colmillos sin que ni siquiera esperasen a que previamente hubieran expirado como consecuencia del fuego de sus fusiles.
A pesar de todo, los criminales a los que nos referimos tenían muchos compinches que se lucraban con el contrabando del marfil y no estaban dispuestos a tolerar que nadie por honesto y justo que fuese pusiera en riesgo tan rentable negocio.
Así que sometieron a nuestro hombre a una vigilancia rigurosa con el fin de sorprenderlo en algo que pudiese pasar por ilícito y poder desacreditarlo de esta forma. Pensaban, pues, que con este método neutralizarían la fuerza de su lucha que cada vez encontraba más apoyos y resultaba más eficaz.
No escatimaron para ello todos los medios a su alcance, de suerte que se turnaban para vigilar a nuestro hombre noche y día. Y ya desesperaban con no encontrar nada que lo comprometiese cuando vieron que en un acto reflejo nuestro protagonista mató de un manotazo a un mosquito que le había picado en la mejilla. Ni que decir hay que el tortazo que el pobre se propinó fue sonoro.
Pero lo peor de lo peor resultó ser que el dicho tortazo además de sonoro fue sonado porque sus enemigos desataron entonces una campaña contra él en la que lo llamaron asesino de mosquitos, crimen horrendo contra la vida misma que debía inhabilitarlo para siempre como paladín de los nobles elefantes y luchador incansable contra los delincuentes.
Y, colorÍn colorado a los que entenderlo quieran que este cuento no ha acabado.
Antonio Capilla Loma, Pozuelo de Alarcón, 31-7-2016
A pesar de todo, los criminales a los que nos referimos tenían muchos compinches que se lucraban con el contrabando del marfil y no estaban dispuestos a tolerar que nadie por honesto y justo que fuese pusiera en riesgo tan rentable negocio.
Así que sometieron a nuestro hombre a una vigilancia rigurosa con el fin de sorprenderlo en algo que pudiese pasar por ilícito y poder desacreditarlo de esta forma. Pensaban, pues, que con este método neutralizarían la fuerza de su lucha que cada vez encontraba más apoyos y resultaba más eficaz.
No escatimaron para ello todos los medios a su alcance, de suerte que se turnaban para vigilar a nuestro hombre noche y día. Y ya desesperaban con no encontrar nada que lo comprometiese cuando vieron que en un acto reflejo nuestro protagonista mató de un manotazo a un mosquito que le había picado en la mejilla. Ni que decir hay que el tortazo que el pobre se propinó fue sonoro.
Pero lo peor de lo peor resultó ser que el dicho tortazo además de sonoro fue sonado porque sus enemigos desataron entonces una campaña contra él en la que lo llamaron asesino de mosquitos, crimen horrendo contra la vida misma que debía inhabilitarlo para siempre como paladín de los nobles elefantes y luchador incansable contra los delincuentes.
Y, colorÍn colorado a los que entenderlo quieran que este cuento no ha acabado.
Antonio Capilla Loma, Pozuelo de Alarcón, 31-7-2016
sábado, 30 de julio de 2016
Os presento mi nuevo libro PIEDRA DE LA HONDA
CRECER EN EL COMBATE
Quizás tú pienses
que la última batalla
se pierde siempre.
Que en nuestra andanza
la contienda postrera
nunca se gana.
Pero la lucha
en la vida nos muestra
nuestra estatura.
Y así el vivir
encuentra su razón
en esta lid.
en PIEDRA DE LA HONDA, Editorial Vitruvio, Madrid, 2016
miércoles, 20 de julio de 2016
LOS PALILLOS DE CAOBA
LOS PALILLOS DE CAOBA.
Tenía apenas seis años cuando le regalaron un par de palillos de caoba que hacía sonar a manera de castañuelas. Era tan divertido... Sujetaba las tablillas entre los dedos índice y anular de la mano derecha, de manera que el dedo corazón separaba y se oponía simultáneamente a ambas; luego agitaba enérgicamente la mano mientras presionaba con los dedos sendas tablillas, y un repiqueteo resonaba en el aire veraniego de su calle. Nadie tenía unos palillos tan lindos, ¡qué magnífico repiqueteo!, ¡ni un ruiseñor trinaba con tanto salero como estos palillos de caoba!
Pero su felicidad duró tan sólo dos o tres ensayos de percusión. Visto y no visto, porque volaron de su mano diestra arrebatados por un mozalbete que huyó calle abajo con su botín. Y el niño apenas tuvo tiempo de reaccionar cuando un par de lágrimas humedecieron sus mejillas, ¡qué fácilmente se hace feliz a un niño y con cuánta facilidad se le arrebata la alegría!
José, un joven que vivía enfrente de su casa, llegó entonces y, al ver el estado de abatimiento de nuestro pequeño, le preguntó: ¿Qué te pasa?, ¿por qué lloras?
Instantes después corrían los dos calle abajo, pero no encontraron al ladrón. Sin embargo, ese niño se sintió amparado y nunca olvidó la solidaridad de su vecino que sigue siendo en su recuerdo el héroe que quiso ayudarlo.
Antonio Capilla Loma, Santiago de la Ribera, 20-7-2016
Tenía apenas seis años cuando le regalaron un par de palillos de caoba que hacía sonar a manera de castañuelas. Era tan divertido... Sujetaba las tablillas entre los dedos índice y anular de la mano derecha, de manera que el dedo corazón separaba y se oponía simultáneamente a ambas; luego agitaba enérgicamente la mano mientras presionaba con los dedos sendas tablillas, y un repiqueteo resonaba en el aire veraniego de su calle. Nadie tenía unos palillos tan lindos, ¡qué magnífico repiqueteo!, ¡ni un ruiseñor trinaba con tanto salero como estos palillos de caoba!
Pero su felicidad duró tan sólo dos o tres ensayos de percusión. Visto y no visto, porque volaron de su mano diestra arrebatados por un mozalbete que huyó calle abajo con su botín. Y el niño apenas tuvo tiempo de reaccionar cuando un par de lágrimas humedecieron sus mejillas, ¡qué fácilmente se hace feliz a un niño y con cuánta facilidad se le arrebata la alegría!
José, un joven que vivía enfrente de su casa, llegó entonces y, al ver el estado de abatimiento de nuestro pequeño, le preguntó: ¿Qué te pasa?, ¿por qué lloras?
Instantes después corrían los dos calle abajo, pero no encontraron al ladrón. Sin embargo, ese niño se sintió amparado y nunca olvidó la solidaridad de su vecino que sigue siendo en su recuerdo el héroe que quiso ayudarlo.
Antonio Capilla Loma, Santiago de la Ribera, 20-7-2016
miércoles, 22 de junio de 2016
LA VOZ QUE NUNCA CALLA
No sé si habrá llegado ya el día en que la rebelión pacífica que supuso el 15M tendrá suficiente traducción en votos el próximo domingo para alejar de las instituciones a los que han esquilmado las arcas públicas. Pero no me cabe duda de que cada día hay más gente en nuestro país que no quiere ser rebaño y que, por consiguiente, no se deja manipular por los bribones que manejan los mass media para manipular, calumniar, engañar... y, en definitiva, perpetuar el "statu quo" de corrupción y latrocinio que nos aqueja.
Ante el televisor contemplas las imágenes
y sientes que muy dentro
se quiebra tu inocencia
y sientes que en tu mente
aquella voz no calla.
Hombre de poca fe
envaina ya la espada
porque el que a hierro mata.
Martillo del hereje
quien habla en tu interior
no gusta guardaespaldas.
¿Quién es, quién es, quién es
la voz en el desierto,
el fuego en la palabra,
la voz que nunca calla?
A ti te digo que
trescientas veces tres
lo seguirás negando.
Escúchalo, Zitránger,
o como seas llamado:
No tres, ni tres más tres...
Trescientas veces tres,
quizá hasta el infinito
lo seguirás negando.
Estirpe que me niegas,
hombre de mala fe,
¿De quién eres vicario?
¿De quién, de quién, de quién?
Pues, si el hombre sencillo
se sigue aún engañando
con tantos oropeles
e inciensos inflamados,
tal vez alguna vez
se sienta defraudado.
Tal vez, tal vez, tal vez...
Corriente que no pasas
ni seguirás pasando
como agua pura y limpia.
Quizás este inocente
alguna vez, un día,
aparte su mirada
de lo que se ha apartado
y quiera caminar
sin pastor ni rebaño.
Lo habéis oído bien:
sin pastor
ni rebaño.
No hay púlpito desde el que se pueda alienar a quienes utilizan su libertad y el pleno juicio de la razón para desenmascarar a los que infundiendo miedo procuran que seamos rebaño. Estoy seguro de que el próximo domingo la ciudadanía demostrará su madurez democrática, madurez democrática que la aleja del rebaño que pastorean los zánganos que esquilman la miel del panal.
LA VOZ QUE NUNCA CALLA
LA VOZ QUE NUNCA CALLA
Ante el televisor contemplas las imágenes
y sientes que muy dentro
se quiebra tu inocencia
y sientes que en tu mente
aquella voz no calla.
Hombre de poca fe
envaina ya la espada
porque el que a hierro mata.
Martillo del hereje
quien habla en tu interior
no gusta guardaespaldas.
¿Quién es, quién es, quién es
la voz en el desierto,
el fuego en la palabra,
la voz que nunca calla?
A ti te digo que
trescientas veces tres
lo seguirás negando.
Escúchalo, Zitránger,
o como seas llamado:
No tres, ni tres más tres...
Trescientas veces tres,
quizá hasta el infinito
lo seguirás negando.
Estirpe que me niegas,
hombre de mala fe,
¿De quién eres vicario?
¿De quién, de quién, de quién?
Pues, si el hombre sencillo
se sigue aún engañando
con tantos oropeles
e inciensos inflamados,
tal vez alguna vez
se sienta defraudado.
Tal vez, tal vez, tal vez...
Corriente que no pasas
ni seguirás pasando
como agua pura y limpia.
Quizás este inocente
alguna vez, un día,
aparte su mirada
de lo que se ha apartado
y quiera caminar
sin pastor ni rebaño.
Lo habéis oído bien:
sin pastor
ni rebaño.
Antonio Capilla Loma, VIENTO DEL SUR, Huerga y Fierro Editores, Madrid, 2009
jueves, 26 de mayo de 2016
¡SIN MÁS BIENES QUE LA ESPERANZA
¡BIENVENIDOS!
Ojalá no tengamos
lentes ahumadas
para mirar el mundo
con ojos limpios.
para mirar el mundo
con ojos limpios.
Que al hermano que viene
pidiendo asilo
lo recibamos ya
como es debido.
Que la Tierra da vueltas
que no se para
y tal vez los que llegan
serán mañana
los que nos den cobijo
cuando a su casa
lleguemos sin más bienes
que la esperanza.
pidiendo asilo
lo recibamos ya
como es debido.
Que la Tierra da vueltas
que no se para
y tal vez los que llegan
serán mañana
los que nos den cobijo
cuando a su casa
lleguemos sin más bienes
que la esperanza.
Antonio Capilla, 26-5-2016
sábado, 9 de abril de 2016
EMERGEN LAS CANCIONES DEL FONDO DE MI ALMA
Emergen las canciones del fondo de mi
alma
con su sentir profundo que ha de
elevarse a ti
para decirte, amor, de mi pasión la
talla
es talla de gigante ceñida a tu perfil.
Tan grande es tu figura, tan fuerte su
latido
que no me basta el mundo para cantar tu
ser.
Y no me basta el cielo y atarme a tu
destino
que necesito el talle de un dios de
fuego y miel.
Mujer, es tu silencio ausencia en tu
presencia
y en mi vivir te siento tan necesaria
que
cuando te ausentas siento en mi interior
la pena.
Tanta tristeza tengo cuando te tengo
ausente
que hasta me enfado incluso por no poder
hacer
con tu silencio el canto de un pajarillo
alegre.
Y el pajarillo alegre quisiera ser por
ti
para tenerte siempre presente en mi
sentir.
EL FUEGO EN LA PALABRA, Huerga y Fierro Editores, Madrid 2012 http://www.huergayfierro.com/
jueves, 24 de marzo de 2016
LA SOMBRA DE CAÏN
El poema que os dejo a continuación lo leí en el "Instituto Egipcio" el pasado día 17 en que miles de personas se manifestaban contra el acuerdo de la UE con Turquía.
LA SOMBRA DE CAÏN
Puedes tú indiferente
vivir en la caverna
y sumido en la sombra
creer en las quimeras.
Puedes tú no mirar
en campos de miseria
los ojos que el espanto
a la esperanza ciega.
Tú puedes soterrar
salpicado de arena
el cadáver de un ángel
que ensombrece la tierra.
Y si quieres tú puedes
levantar mil barreras
aislarte siempre más
esquivar la marea.
Con la gente que acude
y llama a nuestras puertas
a canto y cal cerradas
tú puedes ser de piedra.
Mudo y sordo apartar
tormentas y galernas
la arena del desierto
el mar de la tragedia.
Porque tú solo puedes
si así tú lo deseas
ser sombra de Caín
y de su crimen huella.
Pero Abel en los guetos
golpea tu conciencia
que no puede ocultar
la sangre de la afrenta.
No hay mar que trague el crimen
ni el clamor que se eleva
por más que pongas muros
y en tus oídos cera.
Sin embargo tú puedes
si así tú lo deseas
levantarte del barro
salir de la caverna…
Y afrontando la vida
ser luz en las tinieblas
de esta noche tan larga
de inicua indiferencia.
(Copyright Antonio Capilla, en LUMINOSA CRISÁLIDA, libro inédito).
Nada puedo añadir a lo que todos sabemos, la UE que tanto proclama los derechos humanos los niega con su praxis hipócrita y cínica: cientos de miles de refugiados son tratados indignamente; mientras, nuestros gobiernos se ocupan de mantener y engrosar aún más los intereses de la oligarquía. Así no se construye la paz que la gente de bien desea.
LA SOMBRA DE CAÏN
Puedes tú indiferente
vivir en la caverna
y sumido en la sombra
creer en las quimeras.
Puedes tú no mirar
en campos de miseria
los ojos que el espanto
a la esperanza ciega.
Tú puedes soterrar
salpicado de arena
el cadáver de un ángel
que ensombrece la tierra.
Y si quieres tú puedes
levantar mil barreras
aislarte siempre más
esquivar la marea.
Con la gente que acude
y llama a nuestras puertas
a canto y cal cerradas
tú puedes ser de piedra.
Mudo y sordo apartar
tormentas y galernas
la arena del desierto
el mar de la tragedia.
Porque tú solo puedes
si así tú lo deseas
ser sombra de Caín
y de su crimen huella.
Pero Abel en los guetos
golpea tu conciencia
que no puede ocultar
la sangre de la afrenta.
No hay mar que trague el crimen
ni el clamor que se eleva
por más que pongas muros
y en tus oídos cera.
Sin embargo tú puedes
si así tú lo deseas
levantarte del barro
salir de la caverna…
Y afrontando la vida
ser luz en las tinieblas
de esta noche tan larga
de inicua indiferencia.
(Copyright Antonio Capilla, en LUMINOSA CRISÁLIDA, libro inédito).
Nada puedo añadir a lo que todos sabemos, la UE que tanto proclama los derechos humanos los niega con su praxis hipócrita y cínica: cientos de miles de refugiados son tratados indignamente; mientras, nuestros gobiernos se ocupan de mantener y engrosar aún más los intereses de la oligarquía. Así no se construye la paz que la gente de bien desea.
lunes, 14 de marzo de 2016
YO TRAIGO UNA ROSA ROJA
Yo traigo una rosa roja
del confín de las estrellas.
Yo traigo una rosa roja
para todo el que la quiera.
Sus pétalos son pasión
del crisol de los poetas.
Y sus espinas puñales
que defienden su grandeza.
Yo traigo una rosa roja
del confín de las estrellas.
Yo llevo un ave canora
en mis huesos y en mis venas.
Yo llevo un ave que canta
más allá de las estrellas.
Sus trinos son del embrujo
de la magia del poeta.
Su canto de puro amor
afincándose en la tierra.
Yo llevo un ave canora
en mis huesos y en mis venas.
AntonioCapilla, EL FUEGO EN LA PALABRA, Huerga y Fierro Editores, Madrid, 2012

del confín de las estrellas.
Yo traigo una rosa roja
para todo el que la quiera.
Sus pétalos son pasión
del crisol de los poetas.
Y sus espinas puñales
que defienden su grandeza.
Yo traigo una rosa roja
del confín de las estrellas.
Yo llevo un ave canora
en mis huesos y en mis venas.
Yo llevo un ave que canta
más allá de las estrellas.
Sus trinos son del embrujo
de la magia del poeta.
Su canto de puro amor
afincándose en la tierra.
Yo llevo un ave canora
en mis huesos y en mis venas.
AntonioCapilla, EL FUEGO EN LA PALABRA, Huerga y Fierro Editores, Madrid, 2012

miércoles, 17 de febrero de 2016
martes, 16 de febrero de 2016
CERCA DE SIERRA MORENA
Hace ya más de cincuenta y tres años que, siendo todavía un chiquillo, mis padres me trajeron a Madrid. Eran tiempos difíciles en los que la emigración interior y exterior era un recurso de supervivencia para mucha gente en nuestra querida España. Conviene que no lo olvidemos y que lo sepan las generaciones que no lo han vivido para no caer en el rechazo irracional hacia los que ahora llaman a nuestra puerta.
CERCA DE SIERRA MORENA
Cerca de Sierra Morena
mi pueblo es blanco y alegre
como ha de ser de mi tierra
todo pueblo que se precie.
En el centro hay una plaza.
Y en la plaza, las farolas
alumbran las noches todas
al caminante que pasa.
Tiene una iglesia mi pueblo
hecha de miel y canela
donde una Virgen de ensueño
asunta al cielo se eleva.
Y una cárcel que aún recuerdo.
Camino abajo... la escuela.
Escuela cárcel, silencio,
donde los chiquillos tiemblan.
Por mi pueblo pasa un río
que de mi tierra es bandera
y otro pequeño y chiquito
que en mi corazón alienta.
Y junto al río... sus riberas,
soñados senderos verdes
donde mi infancia se pierde
entre los juncos y gredas.
En mi pueblo ves las casas
enjalbegadas por fuera,
enormes copos del alba
donde la nieve no nieva.
Y en sus calles las señoras
de hamacas en las aceras
huelen a jazmín y a rosas,
a azahar y a hierbabuena.
Recuerdos de aquel chiquillo
que en su lejanía tan larga
a su dulce tierra han ido
por los albores del alba.
Oh, tierno cantar que subes
de sus tierras, de sus aguas
y enamorado te hundes
en su alma enamorada.
Profundo canto que embruja
de sus gentes, de sus casas,
y para siempre se anuda
a mi Andalucía del alma.
El mundo en fin de aquel niño
que, por recordar su infancia,
en su entraña ha renacido
con anhelos y esperanzas.
Antonio Capilla, en VIENTO DEL SUR, Huerga y Fierro Editores, Madrid, 2009
CERCA DE SIERRA MORENA
Cerca de Sierra Morena
mi pueblo es blanco y alegre
como ha de ser de mi tierra
todo pueblo que se precie.
En el centro hay una plaza.
Y en la plaza, las farolas
alumbran las noches todas
al caminante que pasa.
Tiene una iglesia mi pueblo
hecha de miel y canela
donde una Virgen de ensueño
asunta al cielo se eleva.
Y una cárcel que aún recuerdo.
Camino abajo... la escuela.
Escuela cárcel, silencio,
donde los chiquillos tiemblan.
Por mi pueblo pasa un río
que de mi tierra es bandera
y otro pequeño y chiquito
que en mi corazón alienta.
Y junto al río... sus riberas,
soñados senderos verdes
donde mi infancia se pierde
entre los juncos y gredas.
En mi pueblo ves las casas
enjalbegadas por fuera,
enormes copos del alba
donde la nieve no nieva.
Y en sus calles las señoras
de hamacas en las aceras
huelen a jazmín y a rosas,
a azahar y a hierbabuena.
Recuerdos de aquel chiquillo
que en su lejanía tan larga
a su dulce tierra han ido
por los albores del alba.
Oh, tierno cantar que subes
de sus tierras, de sus aguas
y enamorado te hundes
en su alma enamorada.
Profundo canto que embruja
de sus gentes, de sus casas,
y para siempre se anuda
a mi Andalucía del alma.
El mundo en fin de aquel niño
que, por recordar su infancia,
en su entraña ha renacido
con anhelos y esperanzas.
Antonio Capilla, en VIENTO DEL SUR, Huerga y Fierro Editores, Madrid, 2009
martes, 9 de febrero de 2016
¿ACASO ES UN MARRAJO?
En el oficio es zorro
que embauca con sus artes
al incauto y al bobo;
es pillo, marrullero,
artificioso, cuco,
taimado, malicioso,
astuto, taciturno y embustero.
al incauto y al bobo;
es pillo, marrullero,
artificioso, cuco,
taimado, malicioso,
astuto, taciturno y embustero.
¿Pensáis que será un zorro?
¿Acaso es un marrajo?
¿Y si es un caimán
dispuesto a devorar
al incauto confiado
que escuchando su lloro
se acerque hasta el reclamo?
¿Acaso es un marrajo?
¿Y si es un caimán
dispuesto a devorar
al incauto confiado
que escuchando su lloro
se acerque hasta el reclamo?
Pero, no... no es un zorro
ni un caimán ni un marrajo,
porque lleva corbata
y camina derecho
nos habla el muy bribón
y no es un papagayo.
ni un caimán ni un marrajo,
porque lleva corbata
y camina derecho
nos habla el muy bribón
y no es un papagayo.
Así, en sus argumentos,
es mucho más artero
que todos los sofistas
en cónclave reunidos
para engañar al pueblo.
es mucho más artero
que todos los sofistas
en cónclave reunidos
para engañar al pueblo.
Si no sabéis quién digo,
convendréis que jamás
de mi boca ha salido
un discurso que ensarte
eses cacuminales.
convendréis que jamás
de mi boca ha salido
un discurso que ensarte
eses cacuminales.
Y, sin embargo, en él
es colmado prodigio
ensartar en rosario
cacuminal vestigio
con sones del pasado.
es colmado prodigio
ensartar en rosario
cacuminal vestigio
con sones del pasado.
Conformaos, por tanto,
mis pacientes amigos,
con lo que voy contando
pues cada uno es dueño
si le place este juego
de afinar el ingenio.
mis pacientes amigos,
con lo que voy contando
pues cada uno es dueño
si le place este juego
de afinar el ingenio.
Pero no hay que apurarse,
os doy aquí otro dato
que amplía todavía
las pistas que voy dando:
os doy aquí otro dato
que amplía todavía
las pistas que voy dando:
“Aunque parezca oro
y plátano no sea
es marrajo y caimán
el sujeto en cuestión.”
y plátano no sea
es marrajo y caimán
el sujeto en cuestión.”
Fin del retrato. Ahora,
se sigue un buen consejo:
se sigue un buen consejo:
“Si queréis preservar
de su lasciva verga
el círculo velado
que hay detrás, más abajo,
de donde está el ombligo,
de su lasciva verga
el círculo velado
que hay detrás, más abajo,
de donde está el ombligo,
ponedle siete llaves
en bragas de metal
ya que con el marrajo
y el zorro y el caimán
aunque extreméis la guardia
no hay nadie que esté a salvo".
(Poema en el libro inédito LUMINOSA CRISÁLIDA)
martes, 2 de febrero de 2016
ÁLORA, LA BIEN CERCADA
Con motivo del XXV aniversario de la revista ÁLORA en la que tengo el honor de participar con uno de mis poemas, tengo el gusto de compartir con vosotros el cartel presentación del evento. Desde aquí mando un abrazo fraterno a José María Lopera, su fundador, y a Isabel Miguel por el trabajo de coordinación que lleva a cabo junto a José María.
sábado, 30 de enero de 2016
¡FLORES DE KATMANDÚ, CUBRID LA TIERRA!
Por las herzianas ondas
llega inmenso el horror
de la mujer, del niño,
del hombre que eres tú...
Su dueño es el quebranto
que sabe de zozobras
que sabe de amarguras
y que por sí me alcanza.
Orquídeas, jazmines, rododendros...
flores de Katmandú, cubrid el valle
y amortajad los cuerpos de las víctimas
tragadas por la tierra con horror.
Nepal, tu sufrimiento
es fuego que me abrasa
y me mueve hacia ti
con la fuerza del rayo.
Con pasión he querido proclamarte
nombrándote en mil formas, compasión,
y al nombrarte me sabes a Nepal
y tu nombre me alivia y me consuela.
Y no puedo ni quiero pronunciar
tu nombre quebrantado sin tristeza
que la pena por quienes han caído
sepultados en vida es compasión.
Necesario a tu llaga es el ungüento
de nuestra mano amiga que a ti llega
por no poder mirar, Nepal, tu angustia
sin que todo nos mueva a compasión.
Compasión, aguja que sutura las heridas
con la fuerza del rayo,
a tu amparo se acogen una mujer, un niño...
sangre nuestra que se escapa en el techo del mundo.
Orquídeas, jazmines, rododendros…
si por dolor ungidos sois heraldos
y cuencos de esperanza
seguid clamando a todos.
Corazones abiertos
heraldos de la vida,
que nadie quede al margen…
¡FLORES DE KATMANDÚ, CUBRID LA TIERRA!
martes, 26 de enero de 2016
PAJARILLOS SIN NIDO
I
Es noviembre veintiuno
otoño y de mañana.
Abrumados los tilos nos contemplan
de sus hojas bronceadas despojados
medio desnudos ya.
La hierba luminaria de la vida
permanece sepulta
por un cuajo dorado
de Tánatos homicida excrecencia
que no tiene piedad.
Y un bando de gorriones
abandonando el nido
ha volado a los claros de la guerra
abrumados por lo que está pasando
bajo lluvia de plomo pertinaz.
Minúsculo este cuadro
en el marco del mundo que vivimos
parece que nos da los buenos días
sin saber ni querer saber siquiera
que no estamos tranquilos... si no hay paz.
I
Es noviembre veintiuno
otoño y de mañana.
Abrumados los tilos nos contemplan
de sus hojas bronceadas despojados
medio desnudos ya.
La hierba luminaria de la vida
permanece sepulta
por un cuajo dorado
de Tánatos homicida excrecencia
que no tiene piedad.
Y un bando de gorriones
abandonando el nido
ha volado a los claros de la guerra
abrumados por lo que está pasando
bajo lluvia de plomo pertinaz.
Minúsculo este cuadro
en el marco del mundo que vivimos
parece que nos da los buenos días
sin saber ni querer saber siquiera
que no estamos tranquilos... si no hay paz.
Antonio Capilla, en LUMINOSA CRISÁLIDA, libro inédito
martes, 19 de enero de 2016
YO SOY DUEÑO DEL SILENCIO
THANATOS es el protagonista de este poema que publiqué hace ya veinticinco
años y que no es sino el símbolo de la amarga realidad que ya vivimos y que el
vate condena con su palabra.
YO SOY DUEÑO DEL SILENCIO
Levantose un día Thanatos y así habló:
YO SOY DUEÑO DEL SILENCIO
Levantose un día Thanatos y así habló:
“Soy la paz.
Yo soy dueño del silencio
y en la noche sin estrellas
soy la arena infecunda del desierto.
Soy la alondra que impasible en la vitrina
por la mano del hombre disecada
os contempla
y soy flor que arrancada de la rama
se marchita.
Soy el Todo y soy la Nada
y soy Dios.
Pues en todo permanezco,
yo soy Dios”.
por la mano del hombre disecada
os contempla
y soy flor que arrancada de la rama
se marchita.
Soy el Todo y soy la Nada
y soy Dios.
Pues en todo permanezco,
yo soy Dios”.
Y hubo muchos que dijeron con Thanatos:
“Él es Dios, él es Dios”.
Fulgió entonces el sol afilado del acero
y la sangre subió como una llama volcánica
ante la gélida indiferencia de Ceres.
Y cubriose la Tierra de cadáveres
y las bestias se espantaron
ante la crueldad de esos hombres.
Y habitaron las mansiones del placer
y rociaron sus cuerpos
con esencias de violetas y de nardos.
Y llenaron sus abdómenes
de licores y majares refinados.
Y erigieron grandes templos
con misílicos pilares levantados.
Y afirmaron con cinismo:
“Somos nobles
pues servimos a Thanatos”.
Creció y creció
el clamor quejumbroso de la plebe.
Y asesinaron, torturaron...
Y otra vez inquilinos del placer
y del lujo a los balcones asomados
contemplaron la gran marea de sangre
que subía del asfalto.
“Oh, Thanatos,
¿qué nos queda por hacer?”
- preguntaron –
“Quiero el templo de la Tierra,
de la Tierra quiero el templo consagrado”.
Rociaron entonces sus cabezas
con el polvo de cuerpos calcinados,
y entre gritos esperpénticos
y entre danzas de abyectos desalmados
arrojaron de los templos...
sus misílicos regalos.
Antonio Capilla, Y EL CORAZÓN AL VIENTO, Madrid, 1991
miércoles, 30 de diciembre de 2015
REGALO EN LA VÍSPERA DE LA NOCHE VIEJA
En la víspera de la Noche Vieja del año os dejo como regalo el discurso que pronuncié en la graduación de los alumnos del IES Arquitecto Peridis del que he sido profesor durante veinte años.
Espero con ello que los adolescentes que siguen latiendo en vuestros corazones, amigas y amigos míos, encuentren todo el amor que deseo haceros llegar a través de este
DISCURSO PARA LA GRADUACIÓN DE LOS ALUMNOS DEL IES ARQUITECTO PERIDIS DE LEGANÉS, CURSO 2013-2014
Queridos jóvenes, alumnos y alumnas del I.E.S. ARQUITECTO PERIDIS que hoy asistís a este acto de graduación:
Me conocéis desde que hace ya varios años ingresasteis en el instituto, y tenéis que saber que para mí es un honor poder dirigiros estas palabras que, por encima de todo, son sinceras como sincera ha sido siempre la relación que he tenido con vosotros.
Hemos pasado aquí en esta comunidad de alumnos, padres, profesores y personal de administración y servicios, incluidos ambos sexos como corresponde a una escuela pública a la que nos sentimos orgullosos de pertenecer, una etapa importante de nuestra vida. Importante para vuestros padres que han estado a vuestro lado apoyándoos y aconsejándoos en todo momento; importante para vuestros profesores que os hemos dado profesionalmente lo mejor de nosotros; y, sobre todo, importante para los que hoy tenéis la satisfacción de graduaros.
Y, ¿qué os puede decir este viejo profesor que se siente hoy más joven que nunca?, ¿que se emociona con vosotros como si fuese su propia graduación? Mirad, quiero que sepáis que os estoy profundamente agradecido porque me habéis enseñado mucho; sí, porque con vosotros he aprendido mucho más de lo que os imagináis, más aún de lo que yo modestamente os haya podido enseñar. Y, ¿sabéis por qué? Porque toda mi vida ha estado presidida desde que tengo uso de razón por el convencimiento de lo que un sabio tenía por lema. Decía Sócrates: “Solo sé que no sé nada”. Y esto es lo primero que deseo transmitiros: por mucho que aprendamos, por mucho que sepamos, por muy sabios que seamos, siempre seremos tremendamente ignorantes. “Solo sé que no se nada…” Desde este reconocimiento estaremos en la mejor disposición para aprender, para alcanzar poco a poco el mayor grado de sabiduría posible, para acercarnos menos remotamente a la inalcanzable verdad suprema.
Pero habéis de saber que Sócrates, este gran sabio del que os hablo, identificaba la verdad con la belleza y con la bondad. Y que ponía la bondad en el vértice superior del triángulo. Claro, porque la belleza sin bondad se hace perversa y por consiguiente hedionda y fea; y la verdad si no encarna en la bondad puede herir e incluso matar, sobre todo porque es un desiderátum inalcanzable y solo debemos estar seguros de que siempre se nos escapa una gran parte de conocimiento dentro de lo que incluso consideramos completamente cierto.
La verdad… Me habéis oído decir muchas veces que seáis amantes de la verdad, que investiguéis y no os conforméis con informaciones que no estén debidamente contrastadas, que no aceptéis dogmatismos que alienen la razón. Porque, fijaos, no hace tanto que se condenaba a morir en la hoguera a otro sabio; fue en 1553, poco tiempo desde luego en comparación con los millones de años de la humanidad y los 13.798 miles de millones de años que según la Teoría del Big Bang empezó la expansión del Universo. Me refiero a Miguel Servet que descubrió la circulación menor de la sangre, lo que iba en contra de la sagrada verdad calvinista. Y ya sabéis cómo a Galileo Galilei se le condenó a cadena perpetua en 1633 después de hacerle abjurar de la teoría heliocéntrica copernicana, que había demostrado experimentalmente pero que se oponía a la verdad suprema de la iglesia católica.
Queridos jóvenes, no olvidéis sin embargo que por encima de todo hemos de poner siempre la bondad. La bondad es nuestro bien supremo, la que nos hace sentir bien, en paz con nosotros mismos. La inteligencia no tiene ningún mérito porque se hereda; es un don que recibimos al nacer. Cada uno tiene su talento propio, sus capacidades; o, parodiando una parábola de la Biblia, todos recibimos unos talentos al nacer, unas monedas que debemos saber invertir. Pero, por favor, no especuléis nunca. Es mejor invertirlas en felicidad personal. Y no me digáis que para ser felices lo mejor es ser ricos porque no es verdad… ¡Cuántos millonarios hastiados de todo pero vacíos por dentro terminan suicidándose! Posiblemente más de los que nos podamos imaginar. No, la felicidad no consiste en la riqueza material. Ya sé que estamos en una sociedad de consumo en la que se nos inculca que el éxito consiste en ganar mucho dinero, en tener, tener y tener… Pero tener ¿qué? Nos crean adicciones consumistas y muchas de las cosas son perfectamente prescindibles; son como el tabaco, este veneno que te va minando y que parece aliviar al que lo consume, cuando en realidad es él mismo el que crea la ansiedad que después parece mitigar. No, no es más el que más tiene sino el que elige el auténtico camino de la felicidad.
Y, me diréis, pero ¿cuál es el camino de la felicidad?, porque queremos saberlo para seguirlo ahora mismo. Amigos míos, me gustaría poder contestaros sencillamente, pero me temo que no tenéis más remedio que buscarlo vosotros mismos. ¡Vaya!, me replicaréis, no nos dejes así porque si ya estábamos llenos de dudas con lo que nos dices aún tendremos muchas más. Y yo os digo: ¡Fantástico!, ¡fenomenal, ¡formidable!... Esto es lo que os debe embargar ahora: la duda.
Hasta hoy mismo vuestros padres y vuestros profesores os hemos tratado como al arbolito que necesita de un tutor, de una guía para no torcerse. Erais seres tiernos que teníamos que proteger y guiar. Y para ello necesitabais certezas. Las certezas, inciertas muchas veces, que vuestros mayores os hemos transmitido de buena fe.
Permitidme ahora, aunque siempre os he dicho que en el idioma español el masculino es el término no marcado que genéricamente incluye al femenino, que me dirija a vosotras y a vosotros, a vosotros y a vosotras, para deciros que tenéis la gran suerte de haberos formado en una escuela pública, lo que significa que habéis recibido como denominador común los valores democráticos que inspiran y conforman la Constitución Española, pero desde la pluralidad de las creencias de los miembros mayores, padres y profesores, de esta comunidad escolar; y esto lo lleváis de ventaja con respecto a otros que adoctrinan desde el dogma. Que habéis crecido por lo tanto en el ambiente natural, social y democrático en el que vais a seguir viviendo, siempre que sepáis defenderlo, claro está, porque la democracia no es un regalo sino un bien que se conquista día a día.
Pero volvamos al asunto que nos tenía preocupados y sumidos en la duda: ¿cómo elegir nuestro camino para ser felices? Y de nuevo, os cito a Sócrates cuando enseñaba: “Conócete a ti mismo”. Sí, chicos y chicas, ha llegado el momento de que miréis dentro de vosotros mismos y os preguntéis: ¿quién soy yo? , ¿quién es realmente esta chica o este chico que se llama así?, ¿cuáles son las capacidades, las dotes naturales que te harán más apto para un tipo de actividad social determinado?, ¿qué es lo que te gustaría ser realmente en la vida? ¿A qué te vas a dedicar de manera que lo hagas con gusto, con agrado, con amor? Fíjate bien, porque esta es la clave de la felicidad: EL AMOR. El amor debe llenar nuestras vidas: la familia, los amigos, los vecinos… El amor a la humanidad a la que pertenecemos y el amor dentro del quehacer diario al servicio de los demás. Y, ¿sabéis qué?, el amor en vosotros debe moverse por la pasión, porque si no sentís pasión a vuestra edad es que estáis muertos antes de empezar a vivir.
Elegid, pues, aquello para lo que pensáis que estáis mejor dotados, pero sobre todo que os guste que os apasione. Os aconsejo además que contempléis un área en vuestra elección que abarque varias posibilidades profesionales ya sea en la sanidad, en los servicios, en las comunicaciones, en la investigación o en cualquier otro campo social. Es conveniente que podáis adaptar vuestras aspiraciones con las posibilidades reales que tengáis y siempre es bueno tener alternativas previstas. Si lo hacéis así no tengáis miedo porque habréis acertado. Todas las dificultades, las trabas, los escollos que encontréis en el camino los vais a superar porque os moverá la pasión, y la pasión hace voluntades de acero. Alguien dijo que “El amor es el poder iniciador de la vida y la pasión posibilita su permanencia”. Y Don Miguel de Unamuno que “Apasionarse es tener derecho a vivir en la vida. Lo demás es digerir la vida sin soñarla!
Permitidme ahora que parafrasee unos versos míos: “No tengáis miedo a soñar vuestra vida, si queréis vivir vuestro sueño”. He aquí, por tanto, la tercera clave que os doy. Acordaos de la primera “Solo sé que no sé nada”, lo que os lleva a querer saber cada día un poco más; la segunda, “Conócete a ti mismo”, y así sabrás elegir lo que más te gusta, lo que estás más capacitado para hacer con amor; y la tercera, No debo tener miedo a soñar mi vida para poder hacer realidad mi sueño.
Aldous Huxley afirmaba que “El amor ahuyenta al miedo y, recíprocamente el miedo ahuyenta al amor. Y que no sólo el miedo expulsa al amor; también a la inteligencia, a la bondad, a todo pensamiento de belleza y verdad, y sólo queda la desesperación muda; y al final, el miedo llega incluso a expulsar del hombre la humanidad misma”.
Así que no tengáis miedo. Yo os animo a ser valientes; o, si lo preferís a saber vencer el miedo; porque el miedo inmoviliza y nos hace débiles. Sed luchadores de los que no se rinden, de los que están hasta el final de sus días en la lucha, porque la vida debe ser un afán por ennoblecernos mediante nuestra dedicación a los demás, mediante una lucha continua para hacernos más humanos y por lo tanto más felices. Así que no olvidéis estas palabras que os dedico con amor: “No tengáis miedo a soñar vuestra vida, si queréis vivir vuestro sueño”.
¡Adelante, siempre adelante!, chicas y chicos de la enseñanza pública del I.E.S. Arquitecto Peridis, HA LLEGADO LA HORA DE SOÑAR VUESTRA VIDA PARA QUE PODÁIS VIVIR VUESTRO SUEÑO
Espero con ello que los adolescentes que siguen latiendo en vuestros corazones, amigas y amigos míos, encuentren todo el amor que deseo haceros llegar a través de este
DISCURSO PARA LA GRADUACIÓN DE LOS ALUMNOS DEL IES ARQUITECTO PERIDIS DE LEGANÉS, CURSO 2013-2014
Queridos jóvenes, alumnos y alumnas del I.E.S. ARQUITECTO PERIDIS que hoy asistís a este acto de graduación:
Me conocéis desde que hace ya varios años ingresasteis en el instituto, y tenéis que saber que para mí es un honor poder dirigiros estas palabras que, por encima de todo, son sinceras como sincera ha sido siempre la relación que he tenido con vosotros.
Hemos pasado aquí en esta comunidad de alumnos, padres, profesores y personal de administración y servicios, incluidos ambos sexos como corresponde a una escuela pública a la que nos sentimos orgullosos de pertenecer, una etapa importante de nuestra vida. Importante para vuestros padres que han estado a vuestro lado apoyándoos y aconsejándoos en todo momento; importante para vuestros profesores que os hemos dado profesionalmente lo mejor de nosotros; y, sobre todo, importante para los que hoy tenéis la satisfacción de graduaros.
Y, ¿qué os puede decir este viejo profesor que se siente hoy más joven que nunca?, ¿que se emociona con vosotros como si fuese su propia graduación? Mirad, quiero que sepáis que os estoy profundamente agradecido porque me habéis enseñado mucho; sí, porque con vosotros he aprendido mucho más de lo que os imagináis, más aún de lo que yo modestamente os haya podido enseñar. Y, ¿sabéis por qué? Porque toda mi vida ha estado presidida desde que tengo uso de razón por el convencimiento de lo que un sabio tenía por lema. Decía Sócrates: “Solo sé que no sé nada”. Y esto es lo primero que deseo transmitiros: por mucho que aprendamos, por mucho que sepamos, por muy sabios que seamos, siempre seremos tremendamente ignorantes. “Solo sé que no se nada…” Desde este reconocimiento estaremos en la mejor disposición para aprender, para alcanzar poco a poco el mayor grado de sabiduría posible, para acercarnos menos remotamente a la inalcanzable verdad suprema.
Pero habéis de saber que Sócrates, este gran sabio del que os hablo, identificaba la verdad con la belleza y con la bondad. Y que ponía la bondad en el vértice superior del triángulo. Claro, porque la belleza sin bondad se hace perversa y por consiguiente hedionda y fea; y la verdad si no encarna en la bondad puede herir e incluso matar, sobre todo porque es un desiderátum inalcanzable y solo debemos estar seguros de que siempre se nos escapa una gran parte de conocimiento dentro de lo que incluso consideramos completamente cierto.
La verdad… Me habéis oído decir muchas veces que seáis amantes de la verdad, que investiguéis y no os conforméis con informaciones que no estén debidamente contrastadas, que no aceptéis dogmatismos que alienen la razón. Porque, fijaos, no hace tanto que se condenaba a morir en la hoguera a otro sabio; fue en 1553, poco tiempo desde luego en comparación con los millones de años de la humanidad y los 13.798 miles de millones de años que según la Teoría del Big Bang empezó la expansión del Universo. Me refiero a Miguel Servet que descubrió la circulación menor de la sangre, lo que iba en contra de la sagrada verdad calvinista. Y ya sabéis cómo a Galileo Galilei se le condenó a cadena perpetua en 1633 después de hacerle abjurar de la teoría heliocéntrica copernicana, que había demostrado experimentalmente pero que se oponía a la verdad suprema de la iglesia católica.
Queridos jóvenes, no olvidéis sin embargo que por encima de todo hemos de poner siempre la bondad. La bondad es nuestro bien supremo, la que nos hace sentir bien, en paz con nosotros mismos. La inteligencia no tiene ningún mérito porque se hereda; es un don que recibimos al nacer. Cada uno tiene su talento propio, sus capacidades; o, parodiando una parábola de la Biblia, todos recibimos unos talentos al nacer, unas monedas que debemos saber invertir. Pero, por favor, no especuléis nunca. Es mejor invertirlas en felicidad personal. Y no me digáis que para ser felices lo mejor es ser ricos porque no es verdad… ¡Cuántos millonarios hastiados de todo pero vacíos por dentro terminan suicidándose! Posiblemente más de los que nos podamos imaginar. No, la felicidad no consiste en la riqueza material. Ya sé que estamos en una sociedad de consumo en la que se nos inculca que el éxito consiste en ganar mucho dinero, en tener, tener y tener… Pero tener ¿qué? Nos crean adicciones consumistas y muchas de las cosas son perfectamente prescindibles; son como el tabaco, este veneno que te va minando y que parece aliviar al que lo consume, cuando en realidad es él mismo el que crea la ansiedad que después parece mitigar. No, no es más el que más tiene sino el que elige el auténtico camino de la felicidad.
Y, me diréis, pero ¿cuál es el camino de la felicidad?, porque queremos saberlo para seguirlo ahora mismo. Amigos míos, me gustaría poder contestaros sencillamente, pero me temo que no tenéis más remedio que buscarlo vosotros mismos. ¡Vaya!, me replicaréis, no nos dejes así porque si ya estábamos llenos de dudas con lo que nos dices aún tendremos muchas más. Y yo os digo: ¡Fantástico!, ¡fenomenal, ¡formidable!... Esto es lo que os debe embargar ahora: la duda.
Hasta hoy mismo vuestros padres y vuestros profesores os hemos tratado como al arbolito que necesita de un tutor, de una guía para no torcerse. Erais seres tiernos que teníamos que proteger y guiar. Y para ello necesitabais certezas. Las certezas, inciertas muchas veces, que vuestros mayores os hemos transmitido de buena fe.
Permitidme ahora, aunque siempre os he dicho que en el idioma español el masculino es el término no marcado que genéricamente incluye al femenino, que me dirija a vosotras y a vosotros, a vosotros y a vosotras, para deciros que tenéis la gran suerte de haberos formado en una escuela pública, lo que significa que habéis recibido como denominador común los valores democráticos que inspiran y conforman la Constitución Española, pero desde la pluralidad de las creencias de los miembros mayores, padres y profesores, de esta comunidad escolar; y esto lo lleváis de ventaja con respecto a otros que adoctrinan desde el dogma. Que habéis crecido por lo tanto en el ambiente natural, social y democrático en el que vais a seguir viviendo, siempre que sepáis defenderlo, claro está, porque la democracia no es un regalo sino un bien que se conquista día a día.
Pero volvamos al asunto que nos tenía preocupados y sumidos en la duda: ¿cómo elegir nuestro camino para ser felices? Y de nuevo, os cito a Sócrates cuando enseñaba: “Conócete a ti mismo”. Sí, chicos y chicas, ha llegado el momento de que miréis dentro de vosotros mismos y os preguntéis: ¿quién soy yo? , ¿quién es realmente esta chica o este chico que se llama así?, ¿cuáles son las capacidades, las dotes naturales que te harán más apto para un tipo de actividad social determinado?, ¿qué es lo que te gustaría ser realmente en la vida? ¿A qué te vas a dedicar de manera que lo hagas con gusto, con agrado, con amor? Fíjate bien, porque esta es la clave de la felicidad: EL AMOR. El amor debe llenar nuestras vidas: la familia, los amigos, los vecinos… El amor a la humanidad a la que pertenecemos y el amor dentro del quehacer diario al servicio de los demás. Y, ¿sabéis qué?, el amor en vosotros debe moverse por la pasión, porque si no sentís pasión a vuestra edad es que estáis muertos antes de empezar a vivir.
Elegid, pues, aquello para lo que pensáis que estáis mejor dotados, pero sobre todo que os guste que os apasione. Os aconsejo además que contempléis un área en vuestra elección que abarque varias posibilidades profesionales ya sea en la sanidad, en los servicios, en las comunicaciones, en la investigación o en cualquier otro campo social. Es conveniente que podáis adaptar vuestras aspiraciones con las posibilidades reales que tengáis y siempre es bueno tener alternativas previstas. Si lo hacéis así no tengáis miedo porque habréis acertado. Todas las dificultades, las trabas, los escollos que encontréis en el camino los vais a superar porque os moverá la pasión, y la pasión hace voluntades de acero. Alguien dijo que “El amor es el poder iniciador de la vida y la pasión posibilita su permanencia”. Y Don Miguel de Unamuno que “Apasionarse es tener derecho a vivir en la vida. Lo demás es digerir la vida sin soñarla!
Permitidme ahora que parafrasee unos versos míos: “No tengáis miedo a soñar vuestra vida, si queréis vivir vuestro sueño”. He aquí, por tanto, la tercera clave que os doy. Acordaos de la primera “Solo sé que no sé nada”, lo que os lleva a querer saber cada día un poco más; la segunda, “Conócete a ti mismo”, y así sabrás elegir lo que más te gusta, lo que estás más capacitado para hacer con amor; y la tercera, No debo tener miedo a soñar mi vida para poder hacer realidad mi sueño.
Aldous Huxley afirmaba que “El amor ahuyenta al miedo y, recíprocamente el miedo ahuyenta al amor. Y que no sólo el miedo expulsa al amor; también a la inteligencia, a la bondad, a todo pensamiento de belleza y verdad, y sólo queda la desesperación muda; y al final, el miedo llega incluso a expulsar del hombre la humanidad misma”.
Así que no tengáis miedo. Yo os animo a ser valientes; o, si lo preferís a saber vencer el miedo; porque el miedo inmoviliza y nos hace débiles. Sed luchadores de los que no se rinden, de los que están hasta el final de sus días en la lucha, porque la vida debe ser un afán por ennoblecernos mediante nuestra dedicación a los demás, mediante una lucha continua para hacernos más humanos y por lo tanto más felices. Así que no olvidéis estas palabras que os dedico con amor: “No tengáis miedo a soñar vuestra vida, si queréis vivir vuestro sueño”.
¡Adelante, siempre adelante!, chicas y chicos de la enseñanza pública del I.E.S. Arquitecto Peridis, HA LLEGADO LA HORA DE SOÑAR VUESTRA VIDA PARA QUE PODÁIS VIVIR VUESTRO SUEÑO
martes, 24 de noviembre de 2015
viernes, 30 de octubre de 2015
SEÑERO AFÁN
HALLOWEEN
Hoy mi nietecita Alicia ha ido a la escuela disfrazada de araña, ¡qué alegre se la ve en la fotograía que me han enviado sus papás!. En la escuela estará ya jugando con sus amiguitos, reirán y compartirán la magia de ser reales en su fantasía. Benditos sean niños y mayores cuando se embeben de ingenuo gozo y lo irradian a su alrededor, mal que les pese a estos "gurús" del catolicismo que se empeñan en ver "porquería satánica" en donde no hay más que sana alegría.
Pincha en el "link" y podrás escuchar el poema ·SEÑERO AFÁN
https://www.facebook.com/acapillaloma/videos/744163208945809/
Hoy mi nietecita Alicia ha ido a la escuela disfrazada de araña, ¡qué alegre se la ve en la fotograía que me han enviado sus papás!. En la escuela estará ya jugando con sus amiguitos, reirán y compartirán la magia de ser reales en su fantasía. Benditos sean niños y mayores cuando se embeben de ingenuo gozo y lo irradian a su alrededor, mal que les pese a estos "gurús" del catolicismo que se empeñan en ver "porquería satánica" en donde no hay más que sana alegría.
Pincha en el "link" y podrás escuchar el poema ·SEÑERO AFÁN
https://www.facebook.com/acapillaloma/videos/744163208945809/
SEÑERO AFÁN
Él, que luchó mientras duró el combate,
Firme adalid que tuvo por su causa
Señero afán de una noble esperanza,
Al fin descansa y en su sepulcro yace.
Firme adalid que tuvo por su causa
Señero afán de una noble esperanza,
Al fin descansa y en su sepulcro yace.
Fiel compañero de aquellos que lucharon
Inquebrantables sin desmayar siquiera,
Da todo al Pueblo y hasta su vida entrega
En la defensa del ideal soñado.
Inquebrantables sin desmayar siquiera,
Da todo al Pueblo y hasta su vida entrega
En la defensa del ideal soñado.
Fue combatiente y luchó por sus creencias,
Estuvo siempre... con quien estar se debe,
Fiel a sus normas, firme a una causa cierta.
Estuvo siempre... con quien estar se debe,
Fiel a sus normas, firme a una causa cierta.
Mas ya descansa, rendido el corazón
De tanto amar a quien amor merece,
El hombre bueno al que he querido yo.
De tanto amar a quien amor merece,
El hombre bueno al que he querido yo.
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