EL ÁNGEL CAÍDO
“Prefiero mi bagaje de derrotas
al seguro laurel de los profetas.”
( Braulio Ortiz )
Arrojado al escombro
- como cal muerta
o ripio -
me recojo a diario en la piel de un poema
y sigo resistiendo tu soberbia y tus golpes.
Levanto mi moral igual que un puño alzado
y me coso las
alas con la aguja del sueño
y este ovillo
de versos que me sirven de escudo.
Arrojado al escombro y desahuciado
voy creando un espacio - puntada tras puntada -
del que sólo la muerte podrá desalojarme.
Sobre nuevos cimientos me construyo mi mundo
y te devuelvo el tuyo sin demora.
Tu sabes bien que nunca quise amarras.
No soporto más tiempo esta ley pretensiosa
que me quiere sumiso y obediente,
oveja de rebaño en campo abierto
y espacios acotados por ángeles y dioses.
Defenderé con honra mi voz y mi mirada
para no ser pantalla de imágenes ajenas.
Ni a un palmo de mi infierno renuncio
por la gloria
que me convierta en títere
o en muñeco de paja.
Prefiero este desierto, esta dura inclemencia,
esta humilde trinchera donde dar mi batalla ;
prefiero este apartheid
o exilio voluntario,
mi soledad,
mi arrojo,
mi derrota…
B.G.M.
MIRA LA TIERRA, SEÑOR.
Mira la tierra, señor.
Observa tu magnicidio
y mi desesperación.
¡ Qué página
más amarga
nos ha dejado tu mano
sobre el tapete del agua!
No hay nada que justifique
tu brutal ensañamiento;
nada merece el tormento
de castigo tan feroz.
¿Qué borrachera, qué sol,
qué soberbia o qué delirio
condujo tu aberración
por sendas de genocidio?
Has cobrado una factura
de tal fundamentalismo…,
que he roto tu
catecismo
en aras de otra cordura.
Te equivocaste de nuevo
-si has elegido mi vida-,
porque yo estoy con los muertos
y con las causas perdidas.
B.G.M.
BENITO GALLARDO MARTÍN