Solamente desde la sinrazón se puede criminalizar a la pobre gente que, huyendo de la injusticia y el horror, busca refugio en nuestra tierra.
Amigos y amigas, con este poema quiero apelar a la conciencia de los inconscientes que no saben, o no quieren saber, de la tragedia que los aqueja y de las causas que la han hecho posible.
ESTANCIA EN EL HORROR
Me han arrancado mi casa y mi familia
mi trabajo mis amigos mi sustento...
No tengo nada y nada dejo atrás
salvo mi vida entera.
Mi noche es una estancia en el horror
mi día un espanto sin salida...
Nada tengo nada valgo.
Y aquí estoy...
Me dirás:
¿Qué puedes ofrecerme?
Nada tengo nada valgo ya lo sé,
quizás sólo
estas dos manos
por el dolor ungidas.
Tómalas por favor
te las regalo.
Antonio Capilla Loma, 10-12-2018
La poesía participa de la musicalidad de los sonidos lingüísticos sabiamente combinados y de la significación de las palabras: no hay poesía sin comunicación. El creador escribe para ser leído. Aunque el mensaje poético es bello por definición, el artista no crea su obra para encerrarla bajo siete llaves. Esta es la grandeza, pero también la contingencia del poeta: la obra sin el destinatario es como un bebé al que se deja morir por inanición.
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