COPITO DE ALGODÓN
Quince días rebullendo en mis brazos,
desvalida criatura.
Eras, Lúa, copito de algodón
con dos luceros negros
mirándome asustados.
Mis hijos te quisieron al momento
porque así es el amor:
se quiere o no se quiere…
Y así el hombre cuando ama al desvalido
y así la loba que amamanta a un niño.
Ahora pesas cuarenta y cinco kilos
y eres fuerte, tan fuerte como un toro,
y zalamera como una chiquilla…
Te queremos ya siempre con nosotros,
Lúa, y tú nos quieres, ¿verdad que sí?
Antonio Capilla Loma, LÚA - 2ª EDICIÓN AMPLIADA, Editorial Lastura.
La poesía participa de la musicalidad de los sonidos lingüísticos sabiamente combinados y de la significación de las palabras: no hay poesía sin comunicación. El creador escribe para ser leído. Aunque el mensaje poético es bello por definición, el artista no crea su obra para encerrarla bajo siete llaves. Esta es la grandeza, pero también la contingencia del poeta: la obra sin el destinatario es como un bebé al que se deja morir por inanición.
martes, 24 de julio de 2018
miércoles, 18 de julio de 2018
El son de las estrellas
EL SON DE LAS ESTRELLAS
Tal vez hayas soñado
Que el son de las estrellas
Te hace palpitar,
Te lleva con su ritmo,
Te hunde en sus raíces.
Y afincando el confín del universo,
Minúsculo horizonte,
Tú sientes sus latidos
Y sientes que te habla
Con son acompasado.
Tu oído se amplifica y se confunde,
Escucha el canto atento,
Escucha su canción
Sincera, desgarrada...
Y el canto va tejiendo corazones
Queriéndose hacer carne
Por abrazar tu cuerpo,
Tu cuerpo más humano.
Palpitando de amor este planeta,
Los muros se harán pan,
El huracán la brisa,
La humanidad tu canto.
Hombre y mujer en igualdad comparten
Aquello que es de todos:
El aire, el sol, la tierra,
Sus frutos tan preciados.
Y el canto, quebrantando las fronteras,
Nos une a un mismo son,
Nos crece y nos sustenta
Como la savia al árbol.
Quizás el hálito de las estrellas
Eleve pronto o tarde
La estatura del ser
A la altitud del cielo.
Y el pálpito del cosmos será al fin
El hálito divino
Del universo pleno
Afincando en nosotros.
Antonio Capilla Loma, en EL ÁGUILA DE FUEGO CON LAS ALAS DEL TIEMPO, Editorial Huerga y Fierro, Madrid
Tal vez hayas soñado
Que el son de las estrellas
Te hace palpitar,
Te lleva con su ritmo,
Te hunde en sus raíces.
Y afincando el confín del universo,
Minúsculo horizonte,
Tú sientes sus latidos
Y sientes que te habla
Con son acompasado.
Tu oído se amplifica y se confunde,
Escucha el canto atento,
Escucha su canción
Sincera, desgarrada...
Y el canto va tejiendo corazones
Queriéndose hacer carne
Por abrazar tu cuerpo,
Tu cuerpo más humano.
Palpitando de amor este planeta,
Los muros se harán pan,
El huracán la brisa,
La humanidad tu canto.
Hombre y mujer en igualdad comparten
Aquello que es de todos:
El aire, el sol, la tierra,
Sus frutos tan preciados.
Y el canto, quebrantando las fronteras,
Nos une a un mismo son,
Nos crece y nos sustenta
Como la savia al árbol.
Quizás el hálito de las estrellas
Eleve pronto o tarde
La estatura del ser
A la altitud del cielo.
Y el pálpito del cosmos será al fin
El hálito divino
Del universo pleno
Afincando en nosotros.
Antonio Capilla Loma, en EL ÁGUILA DE FUEGO CON LAS ALAS DEL TIEMPO, Editorial Huerga y Fierro, Madrid
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