jueves, 9 de mayo de 2019

Oh, rosas de Palestina

Palestina sigue sufriendo el genocidio sin que hasta ahora nada ni nadie consiga detenerlo.

Amigos y amigas, hoy quiero compartir el poema OH, ROSAS DE PALESTINA tal como lo escribí originalmente hace varios años tras el ataque despiadado que sufrió la Franja de Gaza. En la versión que publiqué en "Piedra de la honda" no aparecen las estrofas que aluden a Yaser Arafat).

OH, ROSAS DE PALESTINA

Oh, rosas de Palestina,
Niños y niñas de Gaza
Leit motiv de este cantar
Cuando vuestra tierra arrasan.

Miran los hombres al cielo
Esperando lluvia mansa
Y en su lugar se les viene
Lluvia de fuego y metralla.

Lluvia  de origen cainita
Desde Israel enviada
Con raíces de codicia
Que ni respeta a la infancia.

Apenas tienen espinas
Las rosas de Tierra Santa
Que defiendan su inocencia
Detrás del muro de Gaza.

Y el mundo no pone escudos
Que sirvan para salvarlas,
Que eviten que su vergel
Se quede sin su prestancia.

La arena, cómplice amable
De los juegos de la infancia,
Lava la sangre en el mar
De los niños que masacran.

Y el mar que es fuente de vida
Disuelve la sangre en agua
Y en el agua resucita
La alegría de sus almas.

¡Oh, capullitos de rosa
Y rosas del sol de Gaza,
Qué belleza para el mundo
Si el mundo no os ignorara!

Una madre sin consuelo,
La mirada extraviada,
Llora a un hijo en su regazo
Malherido de metralla.

Y un joven lleva en sus brazos
A una niña mutilada
Dejando atrás solo ruinas,
¡Ay, dolor que tanto embargas!

Miro a una anciana que mira
Las piedras que la albergaban,
El llanto surca su rostro
Que por su hogar son sus lágrimas.

Ella tan solo quería
Morir en paz y en su cama,
Ya no tiene techo alguno
Que dé cobijo a sus canas.

Los médicos no dan abasto,
Los ayes que los reclaman
Necesitan sus cuidados
Y medicinas les faltan.

Magnanimidad imploran
Y el enemigo les manda
Bombas por medicamentos
¡Nunca se ha visto tal saña!

Ni siquiera las escuelas
Obtienen su salvaguardia
Para salvar a escolares
Que no entienden lo que pasa.

Hombres cegados del odio
Que detestan cuanto allanan
Llenan de dolor y muerte
El patio donde jugaban.

Y apenas se abren en flor
Los niños de Tierra Santa
Cuando les quitan la vida
Los enemigos de Gaza.

Las damas de este país
De luz, color y fragancia
Riegan con sangre las flores
Nacidas de sus entrañas.

¡Que están viviendo en su tierra,
En sus pueblos y en sus casas
Con sus hijos y maridos,
¡Que están en su madre patria!

El Hambre, jinete bíblico,
Sobre una jaca cabalga
Y la Guerra apocalíptica
Llega a un mercado de Gaza.

No hay nada ya en las despensas
Y los misiles estallan
Entre la gente que corre
A abastecerse de viandas.

¿Qué valor tiene una tregua
Que el enemigo proclama
Si no es para abrir la puerta
A éstos que a grupa cabalgan?

Tan solamente uno queda
Que de Israel en las cuadras
Está ensillando el caballo,
Peste la Historia lo llama.

¡ Qué gran jinete Arafat
Si todavía cabalgara
Para hacer frente a estos cuatro
Que a Palestina amenazan!

Honor al líder que fue
Símbolo de la esperanza
En la lucha de su gente
Que aún la libertad no alcanza.

No pudieron frente a frente
Acabar con su prestancia
Y al veneno recurrieron
Gentes de estofa muy mala.

La Historia sabrá juzgar
A quien su vida consagra
A defender a su pueblo
Y símbolo ser de su causa.

Que el mundo sepa su gesta,
Que no olvide que aún en Gaza
Mueren niños inocentes
Que ignoran por qué los matan.

Capullitos del rosal,
Alegría de sus casas
Que eclosionan a la luz
Y de raíz los arrancan.

Jardín regado con bombas,
Vergel de belleza tanta
Que no merece tal riego
Porque su belleza apaga.

¡Y qué hermosas son tus rosas,
Qué hermosas rosas aguardan
Que el mundo se fije en ti,
Rosaleda de la infancia!

¡Qué injusticia en el planeta,
Cuánta sangre derramada
De estos niños inocentes
Como flores perfumadas!

Veo sus ojos que nos miran
Desde una tierra que sangra,
Veo sus vidas candorosas
Y la inocencia en sus caras.

Niños y niñas que ansían
La mano que tanto aguardan,
La mano que al fin devuelva
La alegría a Tierra Santa.

¡Ay, niños de Palestina
Criaturas inmaculadas
Que no tenéis culpa alguna
De nacer en vuestra patria!

Crímenes quieren callar
Comentaristas que engañan
Cuando se esquilman las rosas
Del rosal que las criara.

Del género humano verdugos
¿Quién detendrá estas matanzas?
¡Tanto rencor, tanto odio
Que no distinguen ya nada!

El pueblo judío merece
Gobernantes de más talla
Que busquen la convivencia
Con los vecinos de Gaza.

¡Paloma, ven a esta tierra
Con la paz sobre tus alas
Porque es derecho del pueblo
Vivir en paz en su patria!

Justa paz en libertad
Que a Palestina colmara
De amor, de vida, de niños,
De justicia y de esperanza.

Antonio Capilla Loma,  9-5-2019


domingo, 5 de mayo de 2019

El beso.

EL BESO

Madre,
en esta primavera que renace
a pesar del invierno
desapacible y largo por tu ausencia,
qué solo yo me encuentro
qué negra es la melancolía
qué amarga es la tristeza.

Madre,
si pudiera a mi lado regresarte
y saberme en la luz de tus pupilas
aunque fuera un momento,
¡ay!, madre, si pudiera de nuevo,
a ti me abrazaría
para dejar en tu mejilla
un beso.

 Antonio Capilla Loma, Pozuelo de Alarcón, 5-5-2019



viernes, 3 de mayo de 2019

Qué es poesía.

QUÉ ES POESÍA

¿Me preguntas qué es poesía?
¡Pobre de mí! ¡Qué sé yo!
Quizás sea la expresión
que nos sorprende y cautiva
tras depurar con rigor
lo que se vende hoy en día
sin que supere siquiera
el vuelo de una gallina.

Antonio Capilla Loma, Pozuelo de Alarcón, 3-5-2019