¡FELIZ AÑO NUEVO!
Amigas y amigos, cuando hablo de "egoísmo bueno" en el fragmento del poema que comparto a continuación con todos vosotros, creo que se entiende que doy por hecho que existe un "egoísmo perverso" al que normalmente llamamos "egoísmo" sin calificativo alguno que valga. Fijaos:
Yo gozo sin ambages
escalando en la especie
la dulzura que es la cima del ego.
Y me aúno contigo
solidario en el mundo
sientiéndome feliz por ser yo mismo.
Así que no me extraño de que ufano
preserves de imposturas
este egoísmo bueno que nos salva
y nos hace reír
y nos hace gozar
y nos hace estar vivos.
Cierto es que el "egoísmo bueno" del que se habla podría ser lo que se entiende como "amor propio". Pero entonces ¿por qué decirlo así? Pues, quizás porque el género lírico no tiene por qué ser directo y porque le gusta sorprender con una mirada nueva, ¿no?
Queridas y queridos míos, piensa uno que aunque el poema sea en apariencia transparente conviene buscar sus connotaciones, interpretar sus imágenes y no conformarse con una lectura superficial, ¿no os parece? Ya sé… ya sé que me diréis: "Pero, ¿a cuento de qué viene esto?"
¡Ea!, pues todo viene a cuento de que en esta ocasión el egoísmo bueno le hace a uno pedir a sus majestades los Reyes Magos que nos dejen un buen gobierno que atienda a las necesidades de la ciudadanía y que mediante el diálogo y los medios que tenga a su alcance trabaje por el sosiego y la concordia en estas tierras de España que tanto amamos.
Pues lo dicho...
¡FELIZ AÑO NUEVO!.
La poesía participa de la musicalidad de los sonidos lingüísticos sabiamente combinados y de la significación de las palabras: no hay poesía sin comunicación. El creador escribe para ser leído. Aunque el mensaje poético es bello por definición, el artista no crea su obra para encerrarla bajo siete llaves. Esta es la grandeza, pero también la contingencia del poeta: la obra sin el destinatario es como un bebé al que se deja morir por inanición.
martes, 31 de diciembre de 2019
sábado, 21 de diciembre de 2019
FELIZ NAVIDAD
FELIZ NAVIDAD
Calles iluminadas
con bombillas de led
Calles iluminadas
con bombillas de led
y múltiples colores,
llegó la Navidad
Haya paz en el mundo
y en tu seno también
que un niño nace rico
que un niño nace rico
feliz entre nosotros
porque otro nace pobre y sin hogar.
¡Alegría, alegría!
porque buena es la noche
en que un niño nos nace
entre tanta miseria
entre tanta aflicción.
porque otro nace pobre y sin hogar.
¡Alegría, alegría!
porque buena es la noche
en que un niño nos nace
entre tanta miseria
entre tanta aflicción.
Lo llamamos Jesús
y en su amor infinito
bajo el cielo y al raso
quizás su nombre sea
Akram, Kalil, Nader…
Noche Buena de nuevo
para el rico y el pobre,
más la piedra ya sabes
más la piedra ya sabes
sigue y sigue golpeando,
solo el amor nos salva.
Antonio Capilla Loma, 21-12-2019
miércoles, 11 de diciembre de 2019
UN POEMA DE VIENTO DEL SUR: DON LORENZO PASTRANA
Seguramente que este poema que comparto hoy con todos vosotros, amigos y amigas, sea un motivo exótico en la España actual de mis amores. Permitidme, no obstante, queridos urbanitas que os asomáis a esta web, que me pregunte:
¿acaso estaría de más que nos acerquemos de vez en cuando al paisaje bucólico de lo que actualmente es nuestra España vaciada y que nos relajemos de tantas tensiones perniciosas para nuestra sana convivencia?
¡Ea!, pues que lo disfrutéis:
DON LORENZO PASTRANA
Don Lorenzo Pastrana
Tiene un caballo
Con las crines de plata
Y el pelo blanco.
Don Lorenzo Pastrana
Tiene un rebaño
De cien hermosas cabras
Muy bien guardado.
Al despuntar el alba
Con su capacho
Jinete en su montura
Saca el ganado.
Y al subir la montaña
Pavoneado
Escucha los arroyos
Que van bajando.
A la media mañana
Llega a un collado
Donde las cabras pastan
Entre peñascos.
Mientras tanto, Pastrana
Abre el capacho
Y a la sombra de un árbol
Come sentado.
Luego toca la flauta
Cuasi extasiado
Que el eco lo acompaña
Contrapunteando.
Arriba vuela un águila
Que planeando
Corta con sus dos alas
El cielo raso.
Y en las horas que pasan
El Sol marchando
Va soñando la cama
Muy fatigado.
El cielo azul y grana
Ya va anunciando
Que la tarde se acaba:
Llega el ocaso.
También en la cañada
Los jaramagos
Van pasando del verde
Al verde pardo.
Y en las crestas más altas
Abigarrados
Tornasoles escapan
Serpenteando.
Antes de que la dama
De negro manto
Abrace la Vía Láctea
Sobre el collado,
Don Lorenzo Pastrana
En su caballo
Baja de la montaña
Con su rebaño.
Cuando llega a su casa
Embelesado
Escucha en las montañas
Ecos lejanos.
Y en las crestas de nata
Se le antojaron
Aullidos de manadas
Desesperados.
Pero ya otra mañana
Lo está esperando
Y Morfeo lo alcanza
Acariciándolo.
En VIENTO DEL SUR, Edit. Huerga y Fierro, Madrid, 2009
¿acaso estaría de más que nos acerquemos de vez en cuando al paisaje bucólico de lo que actualmente es nuestra España vaciada y que nos relajemos de tantas tensiones perniciosas para nuestra sana convivencia?
¡Ea!, pues que lo disfrutéis:
DON LORENZO PASTRANA
Don Lorenzo Pastrana
Tiene un caballo
Con las crines de plata
Y el pelo blanco.
Don Lorenzo Pastrana
Tiene un rebaño
De cien hermosas cabras
Muy bien guardado.
Al despuntar el alba
Con su capacho
Jinete en su montura
Saca el ganado.
Y al subir la montaña
Pavoneado
Escucha los arroyos
Que van bajando.
A la media mañana
Llega a un collado
Donde las cabras pastan
Entre peñascos.
Mientras tanto, Pastrana
Abre el capacho
Y a la sombra de un árbol
Come sentado.
Luego toca la flauta
Cuasi extasiado
Que el eco lo acompaña
Contrapunteando.
Arriba vuela un águila
Que planeando
Corta con sus dos alas
El cielo raso.
Y en las horas que pasan
El Sol marchando
Va soñando la cama
Muy fatigado.
El cielo azul y grana
Ya va anunciando
Que la tarde se acaba:
Llega el ocaso.
También en la cañada
Los jaramagos
Van pasando del verde
Al verde pardo.
Y en las crestas más altas
Abigarrados
Tornasoles escapan
Serpenteando.
Antes de que la dama
De negro manto
Abrace la Vía Láctea
Sobre el collado,
Don Lorenzo Pastrana
En su caballo
Baja de la montaña
Con su rebaño.
Cuando llega a su casa
Embelesado
Escucha en las montañas
Ecos lejanos.
Y en las crestas de nata
Se le antojaron
Aullidos de manadas
Desesperados.
Pero ya otra mañana
Lo está esperando
Y Morfeo lo alcanza
Acariciándolo.
En VIENTO DEL SUR, Edit. Huerga y Fierro, Madrid, 2009
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