martes, 24 de septiembre de 2019

LA LETRA CON SANGRE ENTRA

LA LETRA CON SANGRE ENTRA 


Las vivencias de aquel niño en la escuela de su pueblo fueron ciertamente traumáticas. 


Recuerdo que un día, cuando apenas había llegado a ella tras su paso por los "parvulitos", término con que se referían en el pueblo al parvulario, le mandó el maestro que escribiese "campo" en el encerado. El pequeño con sus seis añitos de sabiduría lo hizo de la siguiente manera: 


"canpo".


Y miró al maestro con sus grandes e inocentes ojos. ¿Acaso adivináis que aquel chiquillo imaginaba siquiera lo que estaba a punto de acontecer? Pues no, queridas y queridos míos, ni lo imaginaba ni sabía que un hombre pudiera tener la fuerza ciclópea con la que lo agarró por las orejas y le golpeó la cabeza contra la pizarra. 


Aquel maestro, que tenía fama en el pueblo de ser muy eficaz en su función docente, pues conviene saber que llevaba a gala la inapelable sentencia de "la letra con sangre entra", tenía la costumbre de poner en semicírculo a sus discentes, tal vez sería mejor decir víctimas propiciatorias, para preguntarles oralmente la lección. Ved ahora el índice de su mano derecha señalando al pequeño mientras con voz atronadora le conmina a que recite el gloria, y fijaos en el niño que atrapado por la fatídica semicircunferencia emite su propio veredicto de culpabilidad al responder:


"Gloria al Padre y gloria al Hijo y gloria al Espíritu Santo". 


Creedme que ni siquiera vio venir la manaza de aquel anómalo cíclope de binarios ojos cuando de dos guantazos lo tiró al suelo. El infeliz fue excesivamente prolijo, hubiese sido mejor para preservar su integridad física un simple "Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo"; ¡ea!, que con un solo gloria se glorifica a los tres... bueno, a uno que son tres… o a tres que son uno... en fin, a lo que quiera que sea o sean el uno o los tres ¿no? 


Pasaron los años, y el niño, que dejó de serlo prematuramente, se hizo un hombre curtido, ya lo creo, y bien curtido. Fue entonces cuando se enteró de que aquel trueno disfrazado de maestro, que no de nazareno como don Guido, se había marchado “ad aeternum”, tal vez pensando que encontraría su gloria una y trina. Sin embargo, lo que sí sabemos a ciencia cierta es que hay sobrados indicios de su imposibilidad para dar con ella.

Antonio Capilla Loma, a 23 de septiembre de 2019, "Anno Domini".

martes, 17 de septiembre de 2019

IMAGEN Y REVERSO

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IMAGEN Y REVERSO

Presencia de lo ausente
Imagen de un pasado combatido
Que vuelve vuelve siempre
En mutación constante 
Y sin embargo nunca diferente.

Imagen y reverso
Relámpago en la noche interminable
Un bien se hace presencia evanescente
E irguiéndose en la sombra nos ubica
Nos hunde o nos eleva… Y se evanece.

Antonio Capilla Loma, 17-9-2019

viernes, 13 de septiembre de 2019

CRESPÓN NEGRO

CRESPÓN NEGRO 

Pies descalzos
singladura
son de vida
voz de acero

Mar de agujas
roca aristas
impotencia y amargura
vuelan cuervos

Sol de amianto
pan de luna
son de sombra
crespón negro

Antonio Capilla Loma, 12-9-2019

martes, 10 de septiembre de 2019

"AMOR ETERNO"

Bueno, amigas y amigos,
Pues es estas estábamos
Y en estas seguimos:

"AMOR ETERNO"

Admito ser culpable 
De que me necesites.
Y admito que no soy
Tu plato predilecto.

Que no soy gusto excelso
Para mantel tan fino
Lo sé, no es necesario 
Mostrarme tu desprecio.

Así que dime tú:
¿Qué más quieres de mi?
¿Me quito los calzones
Para que estés contento?

☆☆☆

Que me eres necesario
Es harto consabido.
Que no quiero tu sombra
Lo digo y no lo siento.

Eres como un forúnculo
En salva sea la parte.
Y sin embargo tienes
La llave que no tengo.

Que hagamos ya las paces
Es el clamor constante.
Y, sí, tú a mi me quieres...
 Y, no, yo no te quiero. 

Antonio Capilla Loma, 10-9-2019