martes, 7 de julio de 2020

SIN TON NI SON, COMO EN UN DUERMEVELA.

SIN TON NI SON, COMO EN UN DUERMEVELA.


Llevo ya más de un mes con el nervio ciático afectado, posiblemente por una mala caída en la que sufrí un impacto brutal en la cadera, pero eso es otra historia. 


El caso es que gracias a la medicación no siento dolor desde hace un par de semanas, más o menos, y no sé por qué ahora ando como un "pato mareado", posiblemente porque la pierna afectada tiene menos fuerza. 


En fin, esta mañana fui a comprar con una mascarilla de pico de pato, andando como un pato, aunque no sea un pato. Por el camino iba ensimismado y mis pensamientos fluían sin ton ni son, con más o menos cordura, como en un duermevela, tal que así:


"Si tiene pico de pato y anda como un pato, alguien diría entonces que… Y, sin embargo no soy un pato, ¿vale?


Qué calor, y con la mascarilla me falta aire. ¿Hay algo más valioso que el aire? El agua, ¿no?. Bueno, sin agua podemos pasar un par de días, mientras que sin aire… ¿cuánto aguantas tú sin aire? Además, la primera tiene precio; el segundo, no, ¡mira tú!


Ahora que el aire no necesita mano de obra, pero el agua del grifo o embotellada, sí. Por eso acumula fuerza de trabajo, porque hay que llevarla desde su origen hasta el grifo, o embotellarla y venderla en el comercio. Y, claro, eso hay que pagarlo. Pero, no puedes vivir sin agua y menos sin aire...


Las cosas suben y suben cuando escasean. Pero no tienen más valor intrínseco ni más fuerza de trabajo acumulada, ¿o, sí? Pues, entonces, no deberían subir en buena ley, digo yo. Pero, ¡hale!, especula cuanto puedas, libertad de mercado, oferta y demanda...


¡Uy-y-uy-uy!, mercado, oferta y demanda, especulación… ¡coño, que todo es lo mismo; a veces, incluso, pura estafa. Y, mientras, dale que dale con el sonsonete: 'cuanto menos estado, mejor'. Pero que no haya crisis porque entonces sí que les parece bueno… Ya sabes, para salvar la banca y las empresas, ¿cómo no?


Menos mal que para el aire no hace falta mano de obra. Aunque un día igual hay que sanearlo de tan contaminado como está. ¡Ea!, pues ya sabes… oferta y demanda, dios mercado... capitalismo en estado puro y… ¡sálvese quien pueda!"


Así, amigos y amigas, fluyendo las ideas sin dique de contención llegué a la tienda donde compré fruta a precio de oro. Por cierto, ¿a cuánto se la pagan al agricultor?


Vale.


Antonio Capilla Loma,  8-7-2020



miércoles, 1 de julio de 2020

EL MAR Y LA GAVIOTA (poema inédito que formará parte de una nueva edición ampliada de LÚA)

EL MAR Y LA GAVIOTA

Lúa, ¡mira qué gaviota tan grande!
¡Qué alto está volando!
¡Fíjate cómo se lanza en picado!
¡Uy, por poco se estrella!
Pero no, ya lo ves
cómo remonta el vuelo
parece una cometa
prendida en este lienzo
del que formamos parte
porque así lo ha querido 
la musa del creador.

Hubo un día, ¿te acuerdas?,
que estaba el mar furioso 
como un toro bravío.
Tú entonces te arredrabas
al ver venir las olas.
Pero ya no te asustas
tampoco esta gaviota
que planea y se eleva y resplandece
prendada del embrujo
de este mar luminoso
que a veces nos embiste como un toro
y siempre nos da miedo o nos cautiva
el toro azul del mar.

Antonio Capilla Loma, 1 de julio de 2020.