Toma una caracola
Con las brisas marinas,
Con el sol del verano
Y el agua cristalina.
Dame a cambio los frutos
De la huerta que habitas,
La escarcha que la viste
Y el cielo en las pupilas.
La inocencia en tu carne,
El mundo en mi retina,
Codo a codo en un plano
Que la flor se marchita.
Y ahora ven, compañero,
A ser libre. Camina
Con un canto en los labios:
Igualdad tuya y mía.
¡Y alalimón
Para el que tenga pena
Que no la tengo yo!
Antonio Capilla, en Y EL CORAZÓN AL VIENTO, Edición de Autor,Pozuelo, 1991
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