LA MANTIS RELIGIOSA
A la sombra de un árbol
estando en el jardín
leer tranquilamente
me gusta en el verano.
Dice el libro que leo:
“Tiene acero, acero y plata de luna”,
hablando de Platero;
Lúa mientras dormita junto al tilo,
pues es un tilo el árbol del que hablamos.
Fíjate, como tú…
Tú también tienes, Lúa,
plata de luna y acero en la piel.
Pero Lúa se despierta
y poniéndose en pie
asombrada se queda
a una mantis mirando.
La mantis religiosa hay que saber
que es verde como el campo.
Y como el campo tiene
la vida que gozamos.
Nuestra Lúa es curiosa
y acercándose a ella
agacha la cabeza y la olfatea.
Luego alarga una mano
y escarbando en la tierra
con la mantis inmóvil
curiosa juguetea.
Tal vez no sepáis que es raro animal
porque no tiene más
que un oído que es único;
pero nombres muchos ¡mira, tú!... Fíjate
cómo cada quién la puedes llamar:
cerbatana, tatadiós, campamocha,
víbora, usamico, mamboretá,
caballito del diablo,
santateresa, muerte,
teresa, armacaballo...
y mantis religiosa, claro está.
Mas, ¿sabéis el porqué
de este último nombre?
¿A que no lo sabéis?:
este raro animal
cuando quiere cazar
permanece tan quieta
que aparenta así que rezando está.
Y ¿quién sabe si reza
ya que ahora no caza?
Pero no, que esto es broma;
ella adopta esta pose
para no ser tragada
por mi amable perrita,
pues ignora que Lúa
solo quiere jugar.
Lúa, al fin ya la deja
y se echa a dormir en la hierba fresca.
Mientras, nuestra mantis
del tilo en el tronco
rodea la corteza
y quieta, quietita, allí se nos queda.
Mas fijaos, amigos,
como Lúa es tan grande,
siempre desbordante mi imaginación,
me lleva a pensar que piensa la mantis:
De ser predadora a punto yo he estado
de ser el festín de este buen jayán.
Al cielo doy gracias
que, habiendo ya visto a la negra parca
en la boca de un can,
al fin conseguí salvar el pellejo.
¡Cuán bella es la vida!
¡A GOZAR!, ¡A GOZAAAR!
Copyright: Antonio Capilla Loma
No hay comentarios:
Publicar un comentario