Os
recuerdo a quienes estáis dispuestos a participar con vuestra necesaria asistencia
que el acto de solidaridad con NEPAL del Ateneo de Madrid será mañana a las 12 h.
En dicho acto tendré el honor de leer el poema que después compartiré aquí. Pero
hoy quiero dedicar este otro poema a quienes ayudan con sus aportaciones a los
damnificados de cualquier parte del mundo. Gracias, amigos/as.
EL
SON DE LAS ESTRELLAS
Tal vez hayas soñado
Que el son de las estrellas
Te hace palpitar,
Te lleva con su ritmo,
Te hunde en sus raíces.
Y afincando el confín del universo,
Minúsculo horizonte,
Tú sientes sus latidos
Y sientes que te habla
Con son acompasado.
Tu oído se amplifica y se confunde,
Escucha el canto atento,
Escucha su canción
Sincera, desgarrada...
Y el canto va tejiendo corazones
Queriéndose hacer carne
Por abrazar tu cuerpo,
Tu cuerpo más humano.
Palpitando de amor este planeta,
Los muros se harán pan,
El huracán la brisa,
La humanidad tu canto.
Hombre y mujer en igualdad comparten
Aquello que es de todos:
El aire, el sol, la tierra,
Sus frutos tan preciados.
Y el canto, quebrantando las fronteras,
Nos une a un mismo son,
Nos crece y nos sustenta
Como la savia al árbol.
Quizás el hálito de las estrellas
Eleve pronto o tarde
La estatura del ser
A la altitud del cielo.
Y el pálpito del cosmos será al fin
El hálito divino
Del universo pleno
Afincando en nosotros.
Antonio Capilla, En EL ÁGUILA DE FUEGO CON LAS ALAS DEL TIEMPO,
Huerga y Fierro Editores, Madrid, 2013
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