martes, 14 de agosto de 2018

EL PÁLPITO DEL PENSAMIENTO INSOMNE

Esta es la fe que abrazo sin contradecir mi libre raciocinio: EL AMOR, principio y fin de todo aquello en lo que creo.

EL PÁLPITO DEL PENSAMIENTO INSOMNE

Ansiedad de las horas que parecen
ciclópeas cuando el tren sigue en marcha
hacia un destino incierto
cuyo andén reconoces
sumido en el misterio
de una ciudad sin nombre.

Mientras, ¿quién puede detener el pálpito
del pensamiento insomne?

Te gustaría poder nombrar las calles
de esa ciudad a la que el tren te arrastra.
Y sin embargo sabes
que como la ciudad
los nombres de las calles
también son innombrables.

¡Ay, si pudieras detener el pálpito
del pensamiento insomne!

¿Quién anda por las calles?
Autómatas sin rostros,
sombras que deambulan sin nombrarte
en la ciudad de la ansiedad del tiempo
de un tren que marcha hacia un destino
tan cierto como incierto…

Y tú sigues sin poder detener
el pálpito del pensamiento insomne.

Insomnio que te atrapa… Y sobreviene
la ansiedad en la noche
por un destino incierto
de una ciudad sin nombre
de calles irreales
y sombras que deambulan sin nombrarte.

Antonio Capilla Loma,  en EL ÁGUILA DE FUEGO CON LAS ALAS DEL TIEMPO, Editorial Huerga y Fierro.

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