EL PÁLPITO DEL PENSAMIENTO INSOMNE
Ansiedad de las horas que parecen
Ciclópeas cuando el tren sigue en
marcha
Hacia un destino incierto
Cuyo andén reconoces
Sumido en el misterio
De una ciudad sin nombre.
Pero, ¿quién puede detener el
pálpito
Del pensamiento insomne?
Te gustaría poder nombrar las
calles
De esa ciudad a la que el tren te
arrastra.
Y sin embargo sabes
Que como la ciudad
Los nombres de las calles
También son innombrables.
¡Ay, si pudiera detener el pálpito
Del pensamiento insomne!
¿Quién anda por las calles?:
Autómatas sin rostros,
Sombras que deambulan sin nombrarse
En la ciudad de la ansiedad del
tiempo
De un tren que marcha hacia un
destino
Tan cierto como incierto…
Y tú sigues sin poder detener
El pálpito del pensamiento insomne.
Insomnio que te atrapa… Y
sobreviene
La ansiedad en la noche
Por un destino incierto
De una ciudad sin nombre
De calles innombrables
Y sombras que deambulan sin
nombrarse.
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