DEDICATORIA
Que el mirífico
viento del sur, amigos míos,
Oriente la
mirada hacia dentro de uno mismo;
Que agite los
océanos de las emociones,
E incendie las
olas de la sensibilidad;
Que borre las
frágiles líneas que nos separan
Y extienda las alas blancas de la fantasía.
Compañeros,
que el muy cálido viento del sur
Renueve las
aguas muertas de los sentimientos;
Derribe los
muros de la insolidaridad,
Arrase los
guetos de la ignorancia culpable,
Separe las aguas
sombrías que nos aíslan,
Conserve el
fuego vivo de la ardiente Utopía.
Que el tórrido
viento del sur, es mi deseo,
Derrita el hielo
sórdido de la indiferencia;
Expanda dulce
fragancia de compasión
Y avive el fuego
viejo de viejos corazones;
E insufle en
nuestras almas una esperanza nueva.
Antonio Capilla, VIENTO DEL SUR, Huerga y Fierro Ediciones, Madrid, 2009
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