Me pierdo bajo la lluvia
por los caminos desolados de mi corazón,
antaño concurridos,
y veo que las cadenas se deshacen
y me defino en el aire.
Me alejo del lago plateado
que los años han convertido en cieno
y limpio en mis pies
el hedor de las miserias podridas
con agua del nuevo tiempo.
La lluvia se vuelve torrente
y arrastra de mi alma la pus de sus heridas,
remueve hondo para la siembra
y allana la superficie
para que la semilla al caer encuentre
suave lecho que la geste.
Mara Romero Torres
MARA ROMERO TORRES
MARA ROMERO TORRES
Amigo Antonio, tu entrada, mi omenage
ResponderEliminara Mara Romero; respira el color del
alma surgida de la semilla que sobre
precioso surco sentimiento y amor has
vertido.
Un placer pasar por tu blog.
Un cordial saludo
Ángel-Isidro.
http://elblogdeunpoeta.blogspot.com/
Gracias, amigo y poeta. Un abrazo.
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