La poesía participa de la musicalidad de los sonidos lingüísticos sabiamente combinados y de la significación de las palabras: no hay poesía sin comunicación. El creador escribe para ser leído. Aunque el mensaje poético es bello por definición, el artista no crea su obra para encerrarla bajo siete llaves. Esta es la grandeza, pero también la contingencia del poeta: la obra sin el destinatario es como un bebé al que se deja morir por inanición.
domingo, 10 de noviembre de 2013
Esta tarde en Baños de la Encina. Mi agradecimiento a Paco y a Anna por su entrañable acogida. Anna, has organizado una presentación de primera para EL ÁGUILA DE FUEGO CON LAS ALAS DEL TIEMPO: un millón de gracias. Y, cómo no, mi agradecimiento enorme a todos los que me habéis acompañado: vecinos de Baños de la Encina, de Bailén y de Linares entre los que se encontraban poetas de las asociaciones de sendos pueblos.
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