Él, que luchó mientras duró el combate,
Firme adalid que tuvo por su causa
Señero afán de una noble esperanza,
Al fin
descansa y en su sepulcro yace.
Fiel compañero de aquellos que lucharon
Inquebrantables sin desmayar siquiera,
Da todo al Pueblo y hasta su vida entrega
En la
defensa del ideal soñado.
Fue combatiente y luchó por sus creencias,
Estuvo siempre... con quien estar se debe,
Fiel a
sus normas, firme a una causa cierta.
Mas ya descansa, rendido el corazón
De tanto amar a quien amor merece,
El hombre bueno al que he querido yo.
(Antonio Capilla, VIENTO DEL SUR, Huerga y Fierro Editores, Madrid, 2009)
El hombre bueno al que he querido yo.
(Antonio Capilla, VIENTO DEL SUR, Huerga y Fierro Editores, Madrid, 2009)
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