lunes, 24 de diciembre de 2018

YO SOY TAL VEZ EL ÁGUILA DE FUEGO

Noche feliz para los afortunados que tenemos techo y pan. Que lo sea también para los que necesitan de nuestra solidaridad. ¡FELIZ NOCHE!

YO SOY TAL VEZ EL ÁGUILA DE FUEGO

Yo soy tal vez el águila de fuego
Con las alas del tiempo,
Aquella que da vuelo a la palabra,
La voz que nunca calla,
La que pulsa el latido del intrépido,
La que siente el latir del sentimiento,
La voz que nadie apaga cuando es llama
Porque es su propia voz la que lo llama.

Yo siento en mi interior la voz del ser
Que es fuego en la palabra,
El fuego prometeico que han sabido
Hurtárselo a los dioses los poetas
Para entregarlo al Hombre.

Yo he reavivado el fuego en la palabra
Porque es la voz del Hombre la que vuela
Y es voz que nadie apaga porque entrega
El hálito del fuego
Que se les ha negado
A aquellos que aunque quieran no se enteran
De lo que está pasando.

Yo amo llamar las cosas por su nombre:
Labrador al que siembra con sus manos,
Al que siente el arado,
Al que anhela cosechas que lo colmen,
Al que el agua hace rico o hace pobre...
Y soy voz que no apagas cuando quema
Porque es tu propia voz la que te abrasa.

Yo siento en mí la voz del Hombre aquel
Que supo amar hasta morir de amor,
Palabra que es pasión,
Palabra que en tu voz busca crecer
Como incendio en la noche... Ya lo ves
Que es con su propia voz con la que te alzas
Y es voz que se propaga porque es llama.

Del fuego en la palabra epifanía,
Yo amo llamar las cosas sin ambages
Y al crimen llamo crimen,
Clamor a la palabra que se alza
Pues ya es clamor lo que sucede aquí.
Y hemos de hacernos fuertes y más fuertes
Para cambiar nuestro destino aleve,
Que en ti está ya mi voz si te levantas
Y es voz que no se apaga si está en ti.

Yo soy la voz que llama a los que duermen
Cuando el peligro acecha y no se teme,
Aquel que ha recobrado la palabra
Del fuego primigenio,
El águila de fuego
Con las alas del tiempo,
La voz que nadie apaga,
La voz que nunca calla,
La que busca el oído del sediento,
La que sueña ser vida en el desierto,
La voz que a ti te inflama
Porque es tu propia voz la que está en mí,
Porque es tu propia voz la que te llama.

Antonio Capilla Loma, EL ÁGUILA DE FUEGO CON LAS ALAS DEL TIEMPO, Editorial Huerga y Fierro

2 comentarios:

  1. ¡Precioso poema!
    ¡Felices fiestas y gracias por estar ahí!

    Abrazos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias, Rosa María. Yo también te deseo felices fiestas y que el año nuevo te colme de ventura.

      Eliminar